El Tesouro Direto es un programa del Tesoro Nacional desarrollado en asociación con la B3 – Bolsa de Valores de Brasil – para la venta de títulos públicos federales a personas físicas, de forma 100% en línea. El programa fue lanzado en 2002, durante el gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso, con el objetivo de democratizar el acceso a los títulos públicos, permitiendo inversiones a partir de aproximadamente R$ 30,00.

Los títulos comercializados por el programa son títulos del Tesoro Nacional o títulos de la Deuda Pública Federal (DPF) y desempeñan un papel muy importante para el mercado y el gobierno. Estos títulos son instrumentos de equilibrio fiscal y sirven para la generación de recursos en la sociedad, con el objetivo principal de financiar los gastos públicos.

Los gobiernos frecuentemente utilizan recursos de préstamos para financiar sus actividades, ya sea en países emergentes o económicamente más desarrollados. Históricamente, los títulos públicos han sido muy relevantes para financiar gastos relacionados con guerras, operaciones militares, investigación científica e infraestructura. Algunos ejemplos de países con deudas públicas notorias – por diversas razones – son Japón, Estados Unidos, Grecia y Argentina.

Además de la importancia histórica de las deudas públicas para los Estados, los títulos de deuda también constituyen importantes instrumentos de ahorro e inversión. El gobierno, por lo general, es el mejor agente al que se puede prestar dinero, ya que es casi seguro que se recibirá el monto incrementado con intereses en el vencimiento. Esto ocurre porque el gobierno puede imprimir más dinero y honrar la deuda, lo que no pueden hacer otros acreedores. Se asume que el préstamo al gobierno es considerado la inversión más segura que existe, ya que para que uno no reciba el monto prestado, es necesario, en teoría, que todo el país quiebre, algo bastante difícil.

Los gobiernos ya han incumplido, y cada país tiene un riesgo y una prima de riesgo específicos. De cualquier manera, gran parte de las instituciones financieras mantienen parte de sus reservas en títulos públicos. Además, en caso de crisis económica severa, también puede ocurrir la imposición de impuestos sobre propiedades como inmuebles, o incluso la emisión de grandes sumas de dinero, lo que puede erosionar el valor del dinero a través de un impuesto inflacionario. O sea, es virtualmente imposible librarse del riesgo de la deuda pública, solo se puede minimizar la exposición al mismo: estrategias como invertir en otros países pueden reducir este riesgo, pero, en este caso, el agente se expone a los riesgos de la economía y de la deuda pública del otro país en cuestión.

En el contexto de economías globalizadas, la gran integración entre las economías nacionales produce riesgos sistémicos o no diversificables. La interacción comercial entre las naciones, empresas y habitantes altera las reservas y los flujos financieros. Brasil, por ejemplo, es uno de los países que más financia la deuda pública de Estados Unidos. A primera vista, puede parecer que no tiene sentido que Brasil, que toma dinero prestado, preste dinero al Tesoro de EE. UU., especialmente considerando que las tasas de interés pagadas por el Gobierno Brasileño suelen ser mayores que las pagadas por el Gobierno de los Estados Unidos, causando una efectiva pérdida para las arcas brasileñas. Sin embargo, estas reservas son muy útiles para evitar la volatilidad del mercado internacional, generando confianza para los agentes que dependen de la conversión de divisas para comerciar.

Las reservas internacionales gestionadas por el Banco Central de Brasil sirven como una especie de “seguro” que garantiza el cumplimiento de obligaciones en el exterior. Las reservas suelen estar constituidas en dólares estadounidenses, ya que es la moneda más utilizada para el comercio internacional, y los títulos del Tesoro de EE. UU., que están garantizados por el Gobierno de los Estados Unidos, se consideran uno de los más seguros del mundo, en parte por el tamaño y pujanza de la economía estadounidense.

Volviendo al Tesouro Direto, sus características de seguridad, accesibilidad y flexibilidad lo han convertido en un programa muy exitoso. Es una excelente alternativa de inversión, ya que ofrece títulos con diferentes tipos de rentabilidad (preestablecida, vinculada a la variación de la inflación o a la variación de la tasa de interés básica de la economía), diferentes plazos de vencimiento y también diferentes flujos de remuneración. Este gran número de opciones facilita encontrar títulos alineados con los objetivos de cada persona inversora.

Los títulos pueden ser preestablecidos o vinculados a la variación de la tasa Selic – tasa de interés básica de la economía – o a la variación de la tasa IPCA – tasa de inflación oficial de Brasil – y tienen diferentes plazos de vencimiento, permitiendo inversiones de relativo corto o largo plazo. Algunos títulos pagan intereses semestrales, es decir, no es necesario esperar el vencimiento del título o venderlo antes de la fecha de vencimiento para comenzar a disfrutar de los beneficios de la inversión.

Además de los títulos con las características mencionadas, actualmente existen dos tipos de títulos muy específicos: el Tesouro Renda+ y el Tesouro Educa+. El Tesouro Renda+ es un título con pago de rentas mensuales a partir de la fecha de conversión que ocurre 240 meses antes de la fecha de vencimiento. Es decir, el título puede servir como un complemento a la jubilación, ayudando a la persona inversora a jubilarse con calidad. El Tesouro Educa+ también es un título con pago de rentas mensuales a partir de la fecha de conversión que ocurre 60 meses antes de la fecha de vencimiento. Este título tiene el propósito de ayudar a las familias a invertir en el futuro educativo de sus hijos, funcionando como una especie de ahorro. Ambos títulos tienen una remuneración híbrida, con una parte fija y otra vinculada a la inflación.

Para manejar mejor los riesgos de la Deuda Pública Federal y elegir los títulos y plazos más adecuados para sus objetivos, considerando las condiciones macroeconómicas, la necesidad de recursos y otras características propias de su planificación financiera, es importante contar con la ayuda de un profesional de inversiones especializado e independiente, como un Consultor de Valores Mobiliarios. Póngase en contacto conmigo y agende una consulta.